30 de abril de 2009

La larga marcha y la Guerra Civil China

En el año 1919, y tras los acontecimientos de protesta estudiantil del 4 de mayo, un grupo de intelectuales, entre los cuales Mao Zedong, decide juntarse para intentar llevar a cabo sus ideales políticos de impulsar una Revolución; para que ésta tuviera gran repercusión era necesario implicar al máximo de personas posibles, a la población en general, que en definitiva era la que más sufría las consecuencias de la opresión política. Así es como nació el Partido Comunista, un pequeño grupo sin importancia en los años 20 que no suponía ningún peligro para el entonces fuerte Partido Nacionalista (Kuomintang). Por consiguiente, con el fin de lograr una unidad nacional, Sun Yat-sen accede a unirse con el Partido Comunista y firmar un acuerdo basado en tres principios básicos: nacionalismo, democracia y bienestar social. Sin embargo, a la muerte del líder nacionalista, Chiang Kai-shek ocupa el cargo, pero siguiendo unas políticas muy autoritarias, que no son bien aceptadas por el Partido Comunista, e incluso por algunos miembros del mismo partido, que acaban abandonándolo. El propio partido de los comunistas también se encontraba en esta fragmentación dentro de sus filas.

En pleno período de los Señores de la Guerra, Chiang Kai-shek decide llevar a cabo una reconquista hacia el norte para reunificar todo el Estado. Como ya hemos visto en el Ejercicio A, el avance del Partido Nacionalista empieza a crear los primeros grandes roces con el Partido Comunista como consecuencia del descontento de una parte importante de la población (campesinos, obreros e intelectuales) que estaba descontenta con la figura de Chiang. En el 1927 se produce una Revolución Proletaria que coloca en el poder al Partido Comunista; sin embargo, pocos días después el Kuomintang organiza un golpe de Estado militar para derrocar el comunismo y para acabar con la insurrección. A pesar de la derrota (por falta de un líder claro dentro del Partido), la lucha de clases no se ve disminuida, muy al contrario; alejados del centro de poder, algunas de las principales figuras del comunismo chino como Zhou Enlai, y encabezados por Mao Zedong, crean poco a poco su propio ejército, conocido como el Ejército Rojo, para apoyar a los campesinos y para luchar contra el Kuomintang.

Tras la Revolución Proletaria del 1927, el Partido Nacionalista está centrado en su lucha por combatir el comunismo y en realizar unas reformas a nivel económico y social que mejoren la situación del país. Ante este panorama, Chiang Kai-shek no concede ninguna prioridad a los ataques que está sufriendo el país en la zona de Manchuria y del Norte de China hasta los límites del Yangtze por parte del ejército japonés, sumido en sus ansias de expansionismo, tal y como muestra el Documento 7. Ésta es la ocasión ideal para Mao de poner en juego a su Ejército y da inicio a la Larga Marcha. Un Primer Ejército, compuesto por 100.000 hombres, parte de la provincia de Fujian en dirección hacia el interior hasta Yunnan y desde allí hacia el norte con destino final Yan’an, atravesando 11 provincias durante un año. Si bien durante el transcurso de esta aventura murieron muchos soldados y se creía que sería un desastre, resultó ser una gran baza para Mao, ya que fueron estos soldados los que hacían frente al ejército imperialista japonés[1] que avanzaba por el país con la intención de seguir con sus propósitos expansionistas. En 1945 el ejército japonés es obligado a abandonar su objetivo y a rendirse tras la presión norteamericana, que hace firmar la rendición con el Partido Nacionalista y no con el Partido Comunista[2]. Ante este reconocimiento internacional, el Kuomintang se siente optimista y con fuerza para seguir combatiendo el comunismo.

No obstante, cuando el Kuomintang se siente más esperanzado para seguir su causa, es cuando la sociedad china sufre las consecuencias de la Guerra y es víctima de una situación económica desastrosa y de un caos político muy grande, que provoca un sentimiento de frustración social; la población encuentra en el Partido Comunista el apoyo necesario para llevar a término una Revolución Popular que culmina en Guerra Civil en el 1947. No es hasta 1949 que el Partido Comunista consigue derrocar al Partido Nacionalista, tras una táctica basada en la paciencia, la que le hacía falta para reunir el máximo apoyo: tenían que convencer a los campesinos y a la clase obrera de que ellos podían ofrecerle lo que ellos realmente necesitaban para prosperar.

[1] “The Long March is a manifesto. It has proclaimed to the world that the Red Army is an army of heroes, while the imperialists and their running dogs, Chiang Kai-shek and his like, are impotent”. ZEDONG, Mao (1935). On Tactics Against Japanese Imperialism. Disponible en http://english.pladaily.com.cn/site2/special-reports/2006-08/14/content_554037.htm
[2] En el contexto de la Guerra Fría, no hay que olvidar que la principal lucha de Estados Unidos es combatir el comunismo, con lo que es natural que dieran su apoyo al Partido Nacionalista.

25 de abril de 2009

Comercio exterior en Asia oriental y China en la OMC

La entrada de China en la Organización Mundial del Comercio en el año 2001 provocó el recelo de los países vecinos que veían como la liberalización progresiva de los mercados -impuesta por la organización-, así como la eliminación de las barreras comerciales, podía hacer decantar a las firmas extranjeras, a la hora de llevar a cabo sus inversiones, por este nuevo socio en detrimento de los otro países de Asia oriental y del Sudeste asiático. Sin embargo, parece que el ingreso en la OMC no tuvo tantas repercusiones como las temidas, a pesar del notable ascenso de posición en de China en el ranking de los primeros países exportadores (arrebatando a Japón el tercer puesto) y contribuyendo así al aumento de las inversiones directas extranjeras en China. La IDE incrementó también mucho en el resto de países asiáticos como consecuencia de la política preventiva aplicada por las empresas inversoras que no confían 100% de su capital a China, y por tanto la diversificaban, por si en un futuro la situación económica de China variara de tal manera que pusiera en peligro las inversiones.
Otra de las causas del aumento de las IDE en el Sudeste asiático y en otros países asiáticos (Japón, Taiwán, Corea del Sur) ha sido el hecho que el aumento de la producción china se ha visto acompañado de la necesidad de tener que importar materias primas que China no disponía (o que eran escasas) para poder proceder a la manufactura o a la fabricación de piezas o componentes, al igual que también se potencian las redes comerciales de contactos, gracias a las ventajas de Internet, entre los diferentes países de la región; los cambios a nivel comercial que supone la entrada de China en la OMC hace que China se acabe convirtiendo en el principal socio comercial de Hong Kong, Japón o Taiwán, sustituyendo en este aspecto al papel de los Estados Unidos.
Finalmente, cabe destacar que tras el ingreso en la OMC y el consecuente desarrollo comercial y económico de China, los márgenes de beneficio de la producción china para las empresas inversoras se han visto disminuidos en comparación con la situación anterior, de manera que gran parte de las piezas, componentes y personal que utilizan en el proceso de ensamblaje proviene de proveedores de otros países asiáticos.

7 de abril de 2009

Wang Wei y Du Fu: poesía Tang

Wang Wei y Du Fu son dos de los poetas más relevantes de la época de máximo esplendor de la literatura china, la dinastía Tang. Los dos poemas propuestos son composiciones regulares pentasilábicas, formadas por dos cuartetos, llamadas lüshi, y muy habituales en la época. Aunque inicialmente puede parecer que se trate de poesía paisajística o de retiro, veremos en este análisis que detrás de estos paisajes se esconde la clave real de los poemas.

Ambos poetas recurren a un método muy diferente para presentar el tema de los dos poemas. En “Mi retiro en la montaña de Zhongnan”, los dos primeros versos son de una importancia crucial para el entendimiento del resto del poema; con esta perfecta introducción, Wang Wei aporta toda la información necesaria para conocer la historia que se describe[1]. Sin embargo, Du Fu en “Pensamientos escritos viajando por la noche” recurre a la técnica de presentar inicialmente la información complementaria, mientras que espera al segundo cuarteto para especificar el motivo que le conduce a escribir el poema.

El tema principal que se presenta en los dos poemas es similar, si bien diverge en los motivos que lleva en cada caso a desarrollarse, así como en el estadio en que se encuentra cada poeta en el momento en que se escribe el poema. Así pues, a través de los poemas se puede apreciar que tanto Wang Wei como Du Fu han experimentado en sus vidas un momento en que se han planteado el sentido y el trascurso de las mismas. Si bien Wang Wei, en un momento dado -concretamente en su edad madura- encontró una vía alternativa a su existencia basada en el retiro espiritual que el budismo[2] le aporta, Du Fu, por su parte, es en el momento presente que se cuestiona el tipo de vida que ha llevado y la necesidad de cambiarla. En este último caso, sabemos los motivos ¿A què m’assemblo sempre derivant?, es decir, Du Fu se lamenta de haber tenido que ir sobreviviendo a lo largo de su vida entre un territorio el cel y otro la terra, en definitiva, entre una vida de estabilidad[3] y de miseria, continuamente en busca de una vida más digna y estable; esto es lo que le conduce al lamento por su vida pasada. Lo que tiene muy claro es que no quiere volver a ejercer ningún cargo público: no le aporta nada ya que las funciones no están renovadas vell y acumulan una serie de responsabilidades, como los chakras [4], que no está dispuesto a retomar[5]. En el caso de Wang Wei, dado que ha aceptado el retiro espiritual como forma de vida diferente a la llevada anteriormente, se puede deducir que no sólo es porque descubrió el budismo en sí, sino porque también estaba descontento con lo que había hecho hasta el momento. En un momento en que quería reconducir su existencia se encuentra por casualidad una opción de vida diferente. Ha encontrado en el retiro budista la manera de romper con esa rutina, por ello, expresa el deleite me embarga, ya que es realmente esa situación la que quiere y no la anterior.

La distinta fase en que se encuentra cada uno hace que el tono que se desprende de cada poema tampoco sea el mismo. Mientras que Wang Wei parece totalmente complacido con su nueva vida charlando y riendo y, por lo tanto, presenta un escenario sereno e ideal sin que pueda expresarlo, en el poema de Du Fu se puede apreciar un aire más apesadumbrado y triste sola es la ni”, que incluso llega a denotar una lánguida desesperación ¿què no em valdrà, el meu nom de poeta?; el hecho de utilizar dos preguntas retóricas casi seguidas refuerzan esta sensación de desesperanza y pesimismo, así como el menester de desahogarse, aún sin ser comprendido o atendido[6]. Consecuentemente, por un lado tenemos a un Wang Wei relajado, que disfruta de su entorno y de su actividad salgo a pasear solo, liberado de toda norma y opresión, especialmente porque hace lo que quiere cuando se le antoja. La felicidad que le proporciona este nuevo periodo le aparta de la realidad me olvido de regresar y le desliga de las obligaciones impuestas que marcaban su anterior etapa como funcionario público[7]. Imbuido por la doctrina budista, el proceso de no reprimir ni aferrarse a nada es uno de los principios del Perfecto Camino del Medio o del Camino Óctuple del Budismo[8]. Por otro lado, Du Fu es víctima del malestar, que se traduce en la utilización de calificativos como los aplicados a la noche sola o al árbol alt y que denotan una impresión como si el poeta estuviera desamparado ante una barrera infranqueable que necesita traspasar.

Asimismo, la intensidad en el empleo de los elementos de la naturaleza que hacen los dos poetas también difiere en cada composición. Wang Wei nombra tres componentes naturales que, además de ser piezas integrantes del paisaje natural que acompañan a la acción del poema, también alcanzan un sentido metafórico[9]. El poeta se sumerge en un viaje introspectivo a través de las nubes viajeras en el que se sienta a contemplar su propia naturaleza[10]. Este recorrido le conduce hasta donde termina de arroyo, es decir, hasta el fin de la vida terrenal, para situarse en un camino espiritual -el del Dao (道)[11]- que le convierte en un espectador de su propia existencia. Durante ese viaje interior se da cuenta de en qué se ha convertido, en un anciano que vive en el bosque, retirado, con el que entabla una conversación charlando, charlando y que le hace sentir muy a gusto, por la tranquilidad que le aporta; esta sensación es tan agradable que no quiere volver a la realidad, por si lo que le espera en el otro mundo (el terrestre) no fuera tan satisfactorio. Desde un punto de vista budista, este último punto también podría entenderse como una clara mención al concepto de la compasión como eje fundamental de la solidaridad budista: renunciar a su objetivo final (representado por el hecho de alcanzar el final del arroyo) en favor del resto de seres vivos (caracterizado por la figura del anciano). En el poema de Du Fu, además del sentido metafórico de los elementos de la naturaleza, que aportan una intensidad trascendental para describir el sentimiento del poeta, parece como si adquirieran una dimensión especial dada la plasticidad visual de los ideogramas chinos en la versión original. Como ya se ha comentado anteriormente, Du Fu está inmerso en una dualidad originada por la vida cambiante que ha tenido que llevar; él quisiera poder sobrevivir gracias a su producción poética ¿no em valdrà el meu nom de poeta?, pero la coyuntura del momento[12] no se lo permite. Esta contradicción entre la vida que lleva y la que le gustaría llevar se manifiestan en el poema con la oposición Cielo-Tierra. Una vez analizada esta figura es más fácil observar el papel de los elementos presentados en la naturaleza del poema. Existe un primer grupo que se clasificaría en el lado Tierra: hierba, árbol, extensión salvaje y río. Todos estos elementos tienen su idea contrapuesta dentro del poema; así pues, encontramos viento, estrellas, espacio y luna, todos ellos asociados al concepto de Cielo, y estableciendo unas relaciones antagónicas reflejan la visión doble del mundo, aludiendo al principio de fuerzas del Yin-Yang, tan presente en las corrientes filosóficas chinas “la philosophie chinoise, du moins dans toute la partie connue de son histoire est dominée par les notions de Yin et de Yang”[13]. Igualmente, se aprecia la oposición entre la oscuridad de la noche y la luz de la luna y las estrellas, que además de contribuir a reforzar la dualidad Cielo-Tierra, son elementos que resaltan también el estado de ánimo del poeta (tristeza asociada a la noche versus esperanza asociada a la luz reflejada por la luna en el agua). No obstante, en la versión original china, a diferencia de la de Wang Wei, todos estos elementos cobran una fuerza expresiva aún mayor, ya que esos contrastes de sombra y luz se ven reforzados visualmente por la presencia repetida del sol[14] (日) en diferentes caracteres草, 星, 章, 著, así como los contrates de Tierra y Cielo con la presencia repetida del agua (水) en los caracteres闊, 湧, 江, 流, 沙. Éste no es un recurso literario que se emplee sistemáticamente, pero muy a pesar de la virtualidad que aportan al poema, suponen una pérdida de matiz insalvable al traducirse. Por suerte, la fuerza del brillante juego poético de estos autores permanece inalterable.

[1] Haciendo un símil periodístico, los dos primeros versos corresponderían a la pirámide invertida de las 5W: ¿Quién? El mismo Wang Wei. ¿Qué? Decide vivir en retiro. ¿Por qué? Porque le gusta el budismo. ¿Dónde? Al pie de la montaña. ¿Cuándo? En su edad madura.
[2] “La China de los Sui y de los Tang, desde finales del siglo VI hasta mediados del siglo IX, fue el centro más brillante de aquella religión universal que fue el budismo”. GERNET, J. (2005). EL mundo chino. Barcelona: Crítica, p. 249.
[3] Obligado a pasar largas temporadas separado de la familia por los viajes que emprendió antes de iniciar su carrera en cargos públicos, por el exilio temporal sufrido como castigo del Emperador, por la captura durante las rebeliones de An Lushan. Asimismo, sufrió, junto a su familia, temporadas de grandes dificultades económicas, que les hacían emigrar a diferentes puntos del país en busca de una situación mejor. La miseria a la que nos referimos aquí es tanto en el plano material como en el emocional (por la separación de la familia).
[4] Los chakras tienen como función la recepción, acumulación, transformación y distribución de la energía corporal. En este caso, se hace un símil con los chakras, ya que los funcionarios públicos se encargaban de recibir, realizar y distribuir las funciones y las responsabilidades.
[5] Porque es demasiado recto y sincero para desarrollar sus funciones íntegramente en la Corte, lo que le causaba un gran malestar, hasta el punto de caer en la desgracia.
[6] “It is obvious that Du Fu’s poetry is intimately related to his life”. SHAN CHOU, E. (1995). Reconsidering Tu Fu: Literary Greatness and Cultural Context. New York: Cambridge University Press, p. 43
[7] Fue Consejero Imperial y estuvo muchos años al servicio de la Corte y de Emperador.
[8] ALAY, JL. (2005). “El budisme” en apunts d’ Introducció al Tíbet i Mongòlia - Màster d’Estudis d’Àsia i del Pacífic. Barcelona: UB, p.13.
[9] Octavio Paz confirma esta perspectiva a través de varias fuentes: “Poesía de la naturaleza pero poesía budista de la naturaleza. www.jornada.unam.mx/2008/08/24/sem-alejandro.html
[10] “Refleja bien una sensibilidad hecha de simplicidad, simpatía y visión interior” CHENG, F. (2004). Vacío y plenitud. Madrid: Siruela, p. 54
[11] Tomado aquí el carácter original chino, y no la traducción castellana, anunciado en el primer verso del poema.
[12] Tal y como se ha comentado en la nota al pie nº 2
[13] GRANET, Marcel (1968). La pensée chinoise, Paris : réédition, Albin Michel, p. 101.
[14] SUÁREZ, A.H., (2004). “Escritura y poesía chinas: la grafía como recurso literario” en Vasos Comunicantes, Revista de ACE Traductores, Nº 29, Madrid: ACETT, p.41

DU FU - 杜甫
旅 夜 書 懷

細 草 微 風 岸
危 檣 獨 夜 舟
星 垂 平 野 闊
月 湧 大 江 流
名 豈 文 章 著
官 應 老 病 休
飄 飄 何 所 似
天 地 一 沙 鷗

WANG WEI - 王维
终南别业

中岁颇好道,
晚家南山陲。
兴来每独往,
胜事空自知。
行到水穷处,
坐看云起时。
偶然值林叟,
谈笑无还期。
BIBLIOGRAFÍA

· ALAY, JL. (2005). “El budisme” en apunts d’ Introducció al Tíbet i Mongòlia - Màster d’Estudis d’Àsia i del Pacífic. Barcelona: UB.

· CHENG, F. (2004). Vacío y plenitud. Madrid: Siruela.

· CHENG, F. (2005). Una pasión por las lenguas. Colombia: Pontificia Universidad Javeriana.

· GERNET, J. (2005). EL mundo chino. Barcelona: Crítica.

· GRANET, Marcel (1968). La pensée chinoise, Paris : réédition, Albin Michel.

· GUOJIAN, C., (2001). Poesía clásica china. Madrid: Cátedra. Pp. 150-189.

· MARTÍNEZ ROBLES, D. (2008). La lengua china, historia, signo y contexto. Barcelona: UOC.

· PRATS, R. (2003). “El buddhisme: Religió i pensament buddhista a l’Àsia oriental” - Módulo 4 en Pensament i religions de l’Àsia Oriental. Barcelona: FUOC.

· SHAN CHOU, E. (1995). Reconsidering Tu Fu: Literary Greatness and Cultural Context. New York: Cambridge University Press.

· SUÁREZ, A.H., (2004). “Escritura y poesía chinas: la grafía como recurso literario” en Vasos Comunicantes, Revista de ACE Traductores, Nº 29, Madrid: ACETT, pp 37-49.

· SUÁREZ, A.H., (2004). “Poesia clàssica xinesa” - Módulo 3 en Literatura xinesa. Barcelona: FUOC.

· www.jornada.unam.mx/2008/08/24/sem-alejandro.html

1 de abril de 2009

Economías de China y Japón

Las diferencias que separan las economías de China y de Japón se hacen patentes en los tres sectores económicos. En cuanto al sector primario, en China, casi la mitad de la población activa del país se dedica a la producción agrícola, posicionándose entre los grandes productores agrícolas del mundo, mientras que en Japón, la agricultura es una actividad complementaria y sólo un 5% de su población activa se encuentra en este sector. La producción agrícola en China ha incrementado notablemente, gracias a una serie de mejoras (liberalización de los precios, menor regulación administrativa, descolectivización, incentivos, etc.) que consiguieron acabar con los sistemas que frenaban el progreso en este sector. Sin embargo, estas mejoras no han llevado a la total modernización de las estructuras agrarias y cada vez la presión de las zonas urbanas frente a la población agrícola es más intensa. En Japón, aunque la población rural pierda efectivos progresivamente, las mejoras en las técnicas agronómicas, en los abonos y en la mecanización han originado un crecimiento muy fuerte de la productividad. En relación al sistema de explotación, suele hacerse a través de pequeñas parcelas por parte de familias privadas, que destinan casi la mitad de la producción al autoconsumo, mientras que la otra parte (en caso de las familias más pudientes) es dedicada al comercio. Este entorno ha propiciado la aparición de una clase de agricultores que han mejorado notoriamente su calidad de vida, pero que tienen que lidiar continuamente para conseguir explotaciones más competitivas. La agricultura en Japón no adquiere el valor económico que tiene en China y es muy frecuente ver como familias enteras abandonan sus cultivos, ya que su producción es cada vez menos competitiva y está fuera de mercado. Las zonas agrícolas de China son bastante escasas teniendo en cuenta su enorme superficie, pero los diferentes relieves y las diversas condiciones atmosféricas del país hacen que se distribuyan de manera muy irregular, las más extensas de las cuales se encuentran en los territorios del este. Igualmente, en Japón la extensión cultivable es bastante reducida, pero a diferencia de algunas zonas de China, las áreas rurales y las de mayor producción son las menos pobladas. Referente a los productos más cultivados, el arroz (primer cultivador del mundo), el maíz, el trigo y el algodón son los productos por excelencia; el cultivo de cereales se encuentra en fase de disminución progresiva en detrimento de los cultivos industriales y las plantaciones (té, caña de azúcar, girasol). En cambio, si bien el cultivo del arroz es el más notorio en Japón, los índices de producción ya no están a la altura de los de China. Por el contrario, el cultivo de frutas y de plantaciones, como las de té, son los que mejor canales de comercialización tienen, a pesar de la poca exportación que supone este sector. Contrariamente a lo que sucede en China, los bosques en Japón cubren una extensión de terreno muy amplia y, por consiguiente, no han de recurrir a las abundantes importaciones de madera a las que está obligada China. Ambos países son considerados grandes potencias pesqueras y tienen asimismo numerosos recursos minerales; si bien en China predomina el petróleo, el acero, el aluminio o el hierro, en Japón los principales recursos son los minerales preciosos y otros metales; el petróleo y el carbón están muy limitados, lo que ha propiciado la construcción de numerosas centrales nucleares como fuentes de energía. Finalmente, mientras China apuesta por el aprovechamiento del agua para producir hidroelectricidad, Japón ha disminuido considerablemente esta práctica para no asumir costes muy elevados.
El sector secundario en China está en pleno apogeo, concretamente el de la industria ligera. Los sectores industriales más importantes la industria textil, la mecánica, la alimentaria, la química y la energética. Sin embargo, Japón, aunque está sufriendo cambios considerables en su progreso industrial, sigue siendo un motor imprescindible en la economía mundial, gracias a sus aportaciones a la industria pesada, a la alta tecnología, a la maquinaria, a la electrónica y al motor, así como por su política de innovación e I+D. Mientras China se está convirtiendo en la ubicación idónea para las empresas extranjeras, Japón apuesta por la deslocalización de sus empresas.
Referente al sector terciario, las diferencias en cuanto a redes de transporte, servicios y turismo entre ambos países son igualmente apreciables. La madurez de la economía japonesa conlleva la consolidación del sector servicios, mientras que China, al llevar un retraso importante en su desarrollo económico, justo ahora está empezando a potenciar este sector, al igual que está sucediendo con el comercio, en torno del cual se encuentran las principales empresas privadas. Las infraestructuras en China, a diferencia de lo que sucede en Japón, siguen siendo muy deficitarias: pocos kilómetros de autopistas y redes ferroviarias, viejas y lentas. Sin embargo, se están potenciando tanto los aeropuertos internacionales como los nacionales, de tal manera que incluso superan ya a las cifras contabilizadas por los principales aeropuertos de Japón; este factor es clave para la llegada cada vez más intensa de turistas. El turismo chino hacia el exterior es casi nulo, pero los japoneses, en cambio, están muy predispuestos a practicar turismo, especialmente, nacional.

Reformas económicas en China

El siguiente cuadro recog de manera ilustrativa las reformas llevadas a cabo en China que le han permitido adquirir su estatus de potencia económica mundial en la actualidad.